El rematador Federico Silveira asegura que el mercado de inmuebles para uso personal con crédito bancario se enlenteció, pero sigue firme el de aquellos que compran como inversión. Es rematador hace cinco años y desde hace más de 20 tiene como objetivo maximizar la inversión de sus clientes por medio de diferentes áreas de negocio –residencial, corporativo y comercial–.

¿Qué evaluación hace del rubro en 2020?

Nuestra empresa se proyectaba para tener un buen año, con muchos desafíos y sobre todo una excelente proyección. Era un año de cosechar todo lo sembrado en referencia a mi profesión como rematador. Teníamos varios remates para fijar fecha, y el primero recuerdo que estaba fijado para el 26 de marzo, y se terminó efectuando el 9 de setiembre, seis meses después. Todos los remates que se tenían en cartera pasaron para 2021.

La paralización total de la actividad fue un shock, recuerdo con mucho pesar la declaración de días inhábiles dentro de Poder Judicial. Semanas después se habilitó la agenda online del Poder Judicial, y esto ayudo a poder volver a ejercer la profesión.

Sin duda fue un año difícil sobre todo en lo emocional, un año de reflexión, de aprendizaje con mucha incertidumbre. Enfocamos los cambios, aplicamos nuevas herramientas de trabajo, profundizamos la digitalización de toda la empresa y fortalecimos el trabajo online.

¿Cómo supieron adaptarse a la nueva normalidad? ¿Utilizaron los remates online o alguna otra alternativa?

La adaptación fue rápida, ya que nuestra empresa contaba con un excelente sistema de gestión online, que se fue mejorado en el proceso de pandemia. En cuanto a la modalidad online, los remates judiciales son presenciales, por ende, no se puede enfocar esta tecnología a este medio.

¿Cómo observó el mercado de remates judiciales?

Hubo muchos cambios, los remates judiciales han sido siempre una gran oportunidad de inversión. El 2020 fueron muy pocos los remates comparados con años anteriores. La pandemia trajo una baja importante de esta modalidad de venta. Este año se proyecta un mejor resultado en el área de remates judiciales a pesar de la situación sanitaria del país.

En cantidad y nivel de transacciones, en Montevideo e Interior, ¿cómo vio el comportamiento de la plaza local?

En 2020 la plaza local estuvo totalmente paralizada. En términos generales, hoy la diversificación económica apunta claramente a las propiedades.

  • En remates judiciales los precios se han mantenido en un parámetro lógico para la situación que estamos viviendo.
  • En lo residencial estamos vendiendo, aunque ha bajado la consulta de interesados para compra con crédito bancario, pero sí se está moviendo de forma progresiva la inversión para renta.
  • En lo que se refiere a campos, hemos concretado algunas operaciones y estamos teniendo más consultas de argentinos sobre campos agrícolas y ganaderos.
  • En el sector corporativo –llámese giros comerciales, venta de empresas e inversiones de porte– hay un interés muy importante. Tenemos clientes que desean invertir fuertemente en proyectos diversos y es acá donde en algunos casos dependemos de organismos o intendencias para que aprueben estas inversiones que darán empleo y mejorarán sustancialmente las zonas.

¿Qué expectativas tiene para este 2021?

Las expectativas son muchas y va a depender de cómo siga la pandemia. No olvidemos que seguimos en emergencia sanitaria y es poco probable afirmar cómo pueden ser los resultados estando en la primera mitad del año y con la pandemia en el pico más alto.

La base de este artículo se publicó originalmente en El Observador. Esta versión puede incluir ajustes, correcciones y ampliaciones.